La propina nunca ha encajado muy bien en el estilo de vida finlandés. En principio, quizás por influencia de una religión que ensalza la frugalidad y, después, porque la cuenta incluye todos los costes directos e indirectos y se da por sentado que “ el servicio está incluido ”. Sin embargo la propina existe en Finlandia, nadie se ofenderá si se le ofrece y muy pocos preferirían no recibirla. Como regla, el servicio está incluido en la cuenta de los restaurantes. Quienes comen por cuenta de su empresa suelen añadir una propina. Quienes pagan de su bolsillo en efectivo, redondean un poco la cifra. En los hoteles las propinas son muy infrecuentes. Si se es consciente de haber causado al personal de limpieza una carga de trabajo superior a la normal, será un bonito gesto tener una atención con ellos. Los recepcionistas sólo reciben propinas de clientes que pasan largas estancias alojados.
Los taxistas no esperan recibir ningún extra, pero muchos clientes redondean la tarifa. Los taxis suelen aceptar tarjetas de crédito, pero en ese caso es más práctico dejar la propina en efectivo.