Escondido en el Cuerno de África, Etiopía es un destino, dividido por el Gran Valle del Rift, que atesora restos arqueológicos cuyos orígenes se remontan hasta hace más de tres millones de años de antigüedad. Y es que viajar a Etiopía es reencontrarse con los inicios de la humanidad. Descubrirás la localidad de Lalibela, que aguarda iglesias cristianas talladas en piedra que datan de los siglos XII y XIII, y visitarás Aksum, una antigua ciudad de la que quedan las ruinas de obeliscos, tumbas, castillos y la iglesia de Santa María de Sion. También podrás recorrer las callejuelas de Harar y visitar sus museos y mercados al tiempo que admiras las casas tradicionales en la antigua ciudad amurallada o explorar los muros de Gondar, una antigua ciudad imperial que alberga palacios medievales e iglesias. Asimismo, tu viaje a Etiopía no tiene por qué ser exclusivamente cultural, sino que también podrás explorar su asombrosa naturaleza. Algunas de las joyas naturales de mayor interés son los Montes de Simien con sus escarpados picos y sus profundos cañones que dejan una postal única o la depresión del Danakil, un lago de lava volcánica que alberga rocas sulfúricas. No lo dudes, viajar a Etiopía es una experiencia única e inolvidable.
El mayor atractivo y la principal razón para hacer un viaje a Etiopía es su cultura ancestral de más de tres millones de años de antigüedad. Cabe destacar que, en el Gran Valle del Rift, se encontraron los restos más antiguos de un esqueleto humano, hasta 52 huesos de la conocida como “Lucy”. Y es que para los amantes de la arqueología, la historia y la cultura, viajar a Etiopía es una auténtica maravilla. El interesante legado histórico del reino de Aksum en forma de obeliscos, tumbas, castillos e iglesias, y las iglesias medievales cristianas de piedra en Lalibela son motivo más que suficiente para hacer un viaje a Etiopía. Aun así, también te toparás con palacios medievales, fortalezas, murallas, casas tradicionales y muchos rincones históricos más. Y, por supuesto, tampoco debes perder la oportunidad de conocer algún pueblo tradicional con sus costumbres, ceremonias y ritos. Pero, no olvides que viajando a Etiopía también disfrutarás de obras maestras de la naturaleza en forma de desiertos, montañas, cañones, sabanas, lagos y altas mesetas. En esta línea, cañones profundos y montañas escarpadas forman una de las cordilleras más preciosas de toda África, los montes Simien. Podrás explorar esta zona y practicar senderismo al tiempo que contemplas unas vistas fascinantes. En los montes Bale de la meseta de Sanetti circularás en coche por la carretera más alta de África y avistarás al lobo etíope. Otro lugar de una belleza natural sin igual es la depresión de Danakil que, con sus curiosas rocas sulfúricas, es un lago de lava permanente espectacular. En fin, naturaleza, cultura ancestral, un gran patrimonio histórico, pueblos con tradiciones intactas y muchos tesoros más te están esperando en tu viaje a Etiopía. ¿Vas a dejar que te lo cuenten?