Allá por el corazón de Europa, se encuentra Eslovaquia, un país de castillos de cuento y montañas que enamora y seduce con gran facilidad. Viajar a Eslovaquia es una experiencia única y especial que no debes perderte. Podrás, entre otras maravillas, pasear por el casco antiguo de Bratislava y visitar su castillo de color pastel que se alza sobre una pequeña colina a orillas del Danubio, descubrir las ruinas del castillo de Spis, ubicado sobre un risco y rodeado de verdes praderas, conocer los pueblos tradicionales que se esconden en las praderas y montañas del centro del país o explorar el encanto de las iglesias de madera como las famosas Hervatov y Ladomirová. Asimismo, en tu viaje a Eslovaquia también podrás disfrutar de una asombrosa riqueza natural. Así, por ejemplo, en los Altos Tatras, la sierra de mayor altitud de los Cárpatos, te toparás con nieve, sensacionales lagos de montaña, prados alpinos, cascadas y pinares, mientras que el parque nacional Slovenský Raj, se encuentran cuevas, barrancos y cascadas, además de monasterios en ruinas y una curiosa cueva de hielo. ¿Te atreves a conocer Eslovaquia?
Eslovaquia es un pequeño país en el corazón de Europa central. Limita al noroeste con la República Checa, al norte con Polonia, al este con Ucrania, al sur con Hungría y al suroeste con Austria. Es un país lleno de bosques, de castillos, montañas y cuevas. La naturaleza es parte muy importante de este país.