Marruecos, la puerta a África, es un destino muy atractivo e interesante a orillas del océano Atlántico y el mar Mediterráneo. Se trata de un país con paisajes desérticos y montañosos que atesora una gran riqueza cultural e histórica. Las montañas del Alto Atlas y las dunas del Sáhara, donde podrás admirar la espectacular puesta de sol, forman un escenario ideal para los amantes de la naturaleza y un fascinante paisaje de fondo. Además, también encontrarás oasis, playas preciosas, costas escarpadas, cascadas y curiosas cuevas. Asimismo, la principal motivación para hacer un viaje a Marruecos son sus ciudades imperiales que atesoran medinas de ensueño como Fez y Marrakech. Algunas de las maravillosas experiencias que te esperan en estas ciudades son pasear por la emblemática plaza Yamaha el Fna y visitar la mezquita de Koutoubia en Marrakech o recorrer el laberinto de callejuelas de la medina de Fez y detenerse en sus zocos. Por otra parte, también te recomendamos visitar pueblos bereberes y kasbah en medio del desierto con sus casitas hechas de arcilla y piedra como Ait Ben Haddou o Merzouga. Y por supuesto, no olvides degustar su deliciosa cocina y tomar un té.
Déjate llevar por el encanto marroquí con este circuito organizado en el que te esperan mezquitas, callejuelas mágicas, monumentos, fortalezas, palmerales, paisajes desérticos, pueblos bereberes y ciudades imperiales. Recorrerás la medina de Marrakech, visitarás el pueblo de Ouarzazate, te adentrarás en el valle de Dades y las gargantas de Todra...¡no te lo puedes perder!
Marrakech, una ciudad marroquí con un encanto único y especial que enamora con gran facilidad. Su medina, sus callejuelas mágicas, sus mezquitas, sus palacios, sus jardines, sus zocos y muchos tesoros más acumulan una sensacional riqueza cultural e histórica en Marrakech. Visitarás sus rincones más emblemáticos como la mezquita de Koutoubia con su majestuoso minarete, el palacio Bahía y la plaza Yamaa el Fna.
Marrakech y su medina llena de encanto, Casablanca y su gran mezquita de Hassan II, los palacios y mezquitas de Rabat, la antigua y fascinante medina de Fez, la ciudad imperial de Meknes, las montañas del Medio Atlas y pueblos bereberes como Erfoud y Ouarzazate convertirán tu viaje a Marruecos en una experiencia única e inolvidable. Entre montañas y desiertos, se esconden palacios, mezquitas, monumentos, jardines, fortalezas, el estilo de vida bereber, callejones de ensueño...
Adentrarse en Marrakech y sentir la magia de sus callejuelas, realizar una ruta en vehículo 4x4 por el Alto Atlas, descubrir el pueblo bereber de Zagora, acampar en haimas en el desierto, conocer Erfoud, admirar el amanecer desde las dunas del desierto y conocer varios tipos de kasbahs son algunas de las experiencias mágicas e inolvidables que te ofrece el viaje organizado a Marruecos que te presentamos a continuación.
Siente la magia marroquí con este viaje organizado que te presentamos a continuación. Casablanca, Marrakech, Fez, Rabat y Meknès, las ciudades imperiales de Marruecos, ofrecen al visitante sus laberínticas medinas, reconocidas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, para deambular por ellas. La cultura árabe, con sus palacios, minaretes y mezquitas, se presentan ante nosotros con toda su grandiosidad. Y no nos olvidemos de sus animados zocos, perfectos para vivir el ambiente local.
Marruecos atesora increíbles ciudades imperiales. A continuación, te presentamos un viaje organizado para que descubras las más destacadas.Casablanca, la ciudad de mayor tamaño junto con Rabat, con sus chilabas y los trajes propios de Occidente, nos ofrece una visión moderna del país. Tánger, con un impresionante emplazamiento como puerto de entrada, ha visto desembarcar a oleadas de invasiones en tiempos pasados. Fez, famosa por su antigua ciudad amurallada, que muchos comparan con Jerusalén. Y la increíble Marrakech, declarada Capital Cultural Africana del 2020.
Marrakech es una encantadora ciudad imperial de Marruecos con un encanto único y especial. Su laberinto de callejuelas, sus mezquitas impresionantes, sus zocos, sus monumentos, sus palacios, sus jardines, sus paisajes desérticos. La plaza Yamaa el Fna, las Tumbas Saadíes, el antiguo barrio judío, la mezquita Koutoubia...
Marruecos, que posee desde las dunas del Sáhara hasta las montañas del Atlas, es un destino del norte africano muy atractivo e interesante por sus ciudades imperiales y pueblos bereberes. Descubrirás rincones fascinantes como Marrakech, Ait Ben Haddou, Zagora, las dunas de Erg Chegaga, donde pasearás en camello para admirar la puesta de sol, Taroudant, Essaouira y Marrakech.
Te presentamos un circuito organizado en el que descubrirás pueblos bereberes, ciudades imperiales, paisajes desérticos, montañas del Atlas y muchos tesoros más. Entre otras cosas, pasearás por las callejuelas de la medina de Marrakech, visitarás Ait Ben Haddou, te dejarás llevar por el encanto de las dunas de Merzouga y te adentrarás en Ouarzazate. Y es que con este viaje combinarás naturaleza, cultura e historia. Así que, si deseas explorar Marruecos, ahora tienes una magnífica oportunidad para hacerlo con este viaje.
Imagina la plaza de Jama el-Fna de Marrakech donde llega un cuentacuentos, atrae la atención de los viandantes e inicia su narración. Imagina el harén del palacio Dar Batha (hoy museo) de Fez, donde el sultán y su familia escuchan leyendas contadas por una esclava o una de las esposas. Sin duda, este país está envuelto en hermosas leyendas. Descúbrelas.
La cordillera del Alto Atlas divide Marruecos en dos realidades: el norte de país, verde, fértil y mucho más cosmopolita. En cambio, al sur se abre un paisaje fascinante de montañas ocres, gargantas de piedra, fortalezas de barro, palmerales y oasis, la antesala del gran Sahara con sus pueblos bereberes y sus costumbres ancestrales. Visitarás, entre otros, Casablanca, Rabat, Tánger, Fez, Meknes, Erfoud, las gargantas de Todra, Ouarzazate, Ait Ben Haddou, Essaouira y Marrakech. ¿Te apuntas?
Marruecos puede ser un destino fascinante para el visitante. Es lugar de medinas, zocos, mezquitas y amplias avenidas; una combinación entre la modernidad y la tradición. Tierra de mágicos desiertos y fértiles oasis, de playas y bosques, y de grandes cadenas montañosas, donde la nieve permanece casi todo el año. En sus ciudades imperiales, como Fes, Rabat, Marrakech o Meknes, se pueden admirar las construcciones que las distintas dinastías marroquíes dejaron a su paso. Marruecos ofrece bellas ciudadelas, que salpican la denominada Ruta de las Kasbahs, las antiguas fortalezas bereberes. No deje de visitar la impresionante Casablanca, con su extraordinaria mezquita de Hassan II, o la capital del país, Rabat, que impresiona por la vitalidad de sus habitantes. La hermosa Essaouira, o Marrakech, con su zoco, uno de los más llamativos del país. Los oasis del Gran Sur, donde los palmerales se recortan sobre las dunas del Sahara. Una escapada a Marruecos podrá convertirse en el más cercano de los grandes viajes.
Merzouga es un pueblo del desierto del Sáhara, a unos 20 km de la frontera con Argelia y 45 km de la ciudad de Erfoud. Desde aquí se puede llegar a Erg Chebbi, que es una zona llena de dunas de grandes dimensiones, al norte de Merzouga, y donde además de disfrutar de su inmensidad, ya que su altura puede alcanzar los 250 metros, se pueden contemplar fantásticas puestas de sol.
Casablanca es una ciudad puerto ubicada al oeste de Marruecos, en el Atlántico. Es el centro comercial del país y fue colonia francesa, por lo que su arquitectura es una mezcla del art deco de Europa con el estilo morisco, a lo que se le conoce como mauresque. El monumento más impactante es la Mezquita de Hassan II, que es la segunda más grande del mundo después de La Meca, con un minarete de 200 metros de alto.
Ouarzazate, o Uarzazat, es una ciudad situada al sur del Alto Atlas de Marruecos y capital provincial de la región de Draa-Tafilatet. Desde aquí es como se accede al desierto del Sáhara y su arquitectura es la misma que en los valles de la zona, presaháricos y en los que se utilizan las fortificaciones, con torres de vigilancia conocidas como kasba, con varios pisos. En el interior de las murallas y las torres de vigilancia se encuentra el alcázar, con varias entradas y en las que están las casas, la mezquita y la zona para el recreo.
Rabat es una ciudad de Marruecos, además de su capital. Está situada en el Atlántico, junto al río Bu Regreg que la divide en dos partes. Junto a Meknes, Marrakech y Fez, es una de las cuatro ciudades imperiales, así como el centro administrativo y político del país. Fue fundada por Abd al-Mumin, que construyó la fortaleza para luchar contra España, y es que precisamente el nombre de la ciudad significa fortaleza islámica.
Agadir es una de las ciudades costeras más turísticas de Marruecos. Se encuentra al sur del país, junto a las montañas Anti-Altas y tiene una población de unos 100 mil habitantes. La palabra Agadir es un término de origen bereber que significa ‘pueblo fortificado’, aunque apenas quedan unos pocos restos de la muralla de la que tomó su nombre. En el año 1960, la ciudad fue arrasada por un terremoto, y Marruecos la reconstruyó, dotándola de una modernidad excepcional en el país.
Meknes. O Mequinez, es una ciudad de Marruecos, al norte del país, y se encuentra junto a las montañas del Atlas Medio, en la región Fez-Mequinez. Junto a Rabat, Marrakech y Fez, es una de las cuatro ciudades imperiales. Como en el resto de ciudades, su Medina o casco antiguo es la zona de mayor interés. Patrimonio de la Humanidad, está repleta de tiendas y zocos en los que sus habitantes intentan incansablemente conseguir una venta. Uno de los más llamativos es el Souk Sebbat, en el que abunda la artesanía. Otra parada obligatoria es la Madraza de Bou Inania.
Marrakech está situada en el centro del país, al pie del Atlas, lo que la convierte en el punto turístico principal del país. Posee el mercado tradicional más grande del país, y una de las plazas más concurridas de África, Djemaa el Fna. Como otras ciudades imperiales marroquíes, está dividida en dos partes: el centro con la gran Medina y la ciudad nueva. El lugar más famoso de Marrakech es la Plaza Jama el Fna, situado muy cerca de la famosa mezquita de Koutubia, dentro de la ciudad antigua. Toda la ciudad gira entorno a ella, y se juntan miles de personas al día.
Fez es una ciudad de Maruecos, situada al noroeste del país, y que es considerada la capital cultural. Es la más antigua, del año 790, cuando Idris I la fundó. Forma parte del conjunto de ciudades imperiales, junto a Rabat, Marrakech y Meknes. Está dividida en dos ciudades antiguas o Medinas y una judería, con calles que parecen laberintos y que están repletas de zocos cargados de ambiente.
Erfoud es una ciudad de Marruecos, en la región de Draa-Tafilalet. Se encuentra en medio de un oasis en pleno desierto del Sáhara, y se divide en varios distritos, Hay Salam, Hay Jdid, Hay Ziz, Hay el Bathaa, Hay Annahda, Hay el Hamri. Dado que fue creada por los franceses a comienzos del siglo XX, su valor histórico y monumental es bastante escaso. Sin embargo, cuenta con fósiles de animales extintos, que se convierten en el principal atractivo./p>
Essaouira, o Esauria, es una ciudad portuaria de Marruecos, en la costa Atlántica, que también es conocida como la perla del Atlántico marroquí. Junto a la costa, se encuentra su casco antiguo, que está protegido por murallas y que es el principal reclamo turístico. Además de pasear por esta, sus playas tampoco tienen desperdicio, donde además de darse un baño relajante, se pueden practicar deportes acuáticos como el surf o el windsurf.