Bañada por las aguas del mar Negro y situada en la península balcánica, Bulgaria es una auténtica maravilla que enamora y seduce con gran facilidad. Sus paisajes montañosos en el interior, sus bosques habitados por lobos, osos y linces, lagos glaciares, el río Danubio y muchas joyas naturales más te invitan a vivir una aventura increíble y conectar con la naturaleza. Y es que en tu viaje a Bulgaria podrás, entre otras actividades al aire libre, practicar senderismo en los Stara Planina, esquiar en los monte Pirin o hacer excursiones por los pueblos de Ródope. Por otro lado, a orillas del mar Negro, encontrarás fantásticas playas de arena. Asimismo, también es interesante y atractivo el patrimonio cultural e histórico de Bulgaria, gracias a las influencias griegas, eslavas, otomanas y persas que ha tenido el país. Además, entre sus tradiciones, podrás admirar danzas, escuchar su música típica, adquirir sus productos artesanales o vestirte con alguno de sus trajes. Por supuesto, no debes perderte rincones tan especiales como la iglesia de Alejandro Nevski en la capital, Sofía, el monasterio de Rila, las tallas de madera de Tryavna, los murales apocalípticos de Bachkovo, las pinturas de santos que atesoran coquetos pueblos y las curiosas iglesias que se esconden entre acantilados de granito, arroyos y desfiladeros.
Situada en un cruce de caminos donde se dieron cita antiguas civilizaciones, Bulgaria sigue guardando los vestigios de tracios, eslavos, protobúlgaros, romanos, bizantinos y otomanos, todo ellos, antiguos pueblos que pasaron por las tierras en las que nació Espartaco, Tangra, Cirilo y Metodio. La llaman "La Puerta del Oriente" y en su territorio conviven ciudades con hermosos museos, ruinas con playas doradas y generosos ríos que surcan frondosos bosques. Se encuentra en la Europa del sureste. Limita al norte con Rumania, al este con el Mar Negro al sur con Turquía y Grecia y al oeste con Serbia y Macedonia.