DESCUBRIENDO RINCONES INCREÍBLES
Sabrás que llegaste a Portobelo cuando veas las ruinas de un castillo español y sus viejos cañones, sus calles estrechas y sus casas pintadas de vivos colores. Cuenta la historia que Colón bautizó a Portobelo en cuanto la vio. Y es que el color de su mar azul profundo, el blanco de sus playas junto al verde intenso de sus bosques y manglares no merecen otro nombre: es un puerto bello. ¡Ven y descúbrelo tú mismo!