Los primeros habitantes de Canadá comenzaron a vivir aquí hace 15.000 años. Sus descendientes suponen un 4% y se dividen en tres grupos: las first nations (culturas amerindias como los sioux, pies negros, hurones, o tlingit), los métis (mestizos amerindios y europeos); y los inuit (esquimales del Ártico). La mayor parte viven en la Columbia Británica. El explorador francés Jacques Cartier llegó a las actuales ciudades de Quebec y Montreal en 1535, pero hasta 1793 el explorador Alexander Mackenzie no completa el primer viaje transcontinental. Durante el resto del siglo XVII franceses e ingleses lucharon por el control de Canadá, pero en 1759 los ingleses, tras la victoria en la batalla de las llanuras de Abraham, se proclamaron ganadores en la carrera por la conquista de las colonias canadienses.
Cuando miles de colonos británicos huyeron de la Guerra de la Independencia de Estados Unidos en la década de 1770, la nueva colonia se dividió en Alto Canadá (actual Ontario) y Bajo Canadá (actual Quebec). La Corona Británica designó un gobernador para cada colonia. En 1864 los “padres de la Confederación” formaron un nuevo país a partir del grupo de colonias que lo formaban. Su primera tarea fue anexionar el resto del territorio y las colonias del oeste y se llamó Dominio de Canadá.
En la Columbia Británica se había encontrado oro a mediados del siglo XIX, lo que atrajo a miles de personas. Cuando las minas se agotaron, la región quedó sumida en la pobreza y se unió a Canadá a cambio de que asumiesen sus deudas. Ahí se llegó al compromiso de construir el Canadian Pacific Railway, una línea de tren para unir las dos costas y potenciar el desarrollo del país, que se concluyó en 1885.
El siglo XX fue de un gran desarrollo gracias al comercio, la industrialización y el oro del territorio Yukón. La independencia de Gran Bretaña llegó en 1931 con el Estatuto de Westminster, que mantenía la potestad del país británico de aplicar enmiendas a su constitución, actuación que se canceló en 1982 por Isabel II. Hoy en día el monarca británico conserva el cargo simbólico de jefe de Estado de Canadá.