Explorando Quebec

Quebec

La única ciudad amurallada de Norteamérica al norte de México presenta una fisonomía más próxima a una ciudad europea que a una norteamericana. A lo largo de los siglos las callejuelas y plazas de la Ciudad Vieja han albergado la primera iglesia parroquial, el primer museo, la primera catedral anglicana, la primera escuela femenina, el primer barrio comercial… El Québec Chronicle-Telegraph es el periódico más antiguo de América del Norte y L’Hôtel Dieu du Québec fue el primer hospital del continente.

Visitas recomendadas: Fortificaciones de Quebec. La antigua muralla, en gran parte restaurada, se puede recorrer alrededor de la Alta Ciudad Vieja, desde donde se contempla la historia de la ciudad. En el antiguo polvorín junto a la Porte St. Louis, el centro de interpretación muestra las defensas de la ciudad con maquetas y una breve película. También se encuentran aquí el Parc d’Artillerie, un antiguo comedor de oficiales del siglo XIX, y Les Dames de Soie, museo con muñecas algunas vestidas con trajes tradicionales. La Citadelle. Es la mayor fortaleza de América del Norte con sus 2,3 km2. Iniciada por los franceses en 1750 y completada por los británicos en 1850, sirvió como parte de un sistema de defensa contra una invasión americana que nunca se produjo. Se puede ver el museo del regimiento y un cañón llamado Rachel. ● Le Châteu Frontenac. Castillo construido en 1893 por la Canadian Pacific Railway como parte de su cadena de hoteles de lujo. Fue el lugar donde, en la Primera Guerra Mundial, el primer ministro MacKenzie King, Winston Churchill y Franklin Roosvelt planearon el día D. Enfrente del hotel están los Jardins des Gouverneurs. Basílica Notre-Dame-de-Québec. La catedral se levanta en el emplazamiento de una capilla erigida por Samuel de Champlain en 1633 y se convirtió en una de las primeras del continente en 1674, tras el nombramiento del primer obispo de Quebec, Monseigneur de Laval, cuya tumba está en el interior. Ha tenido varias ampliaciones, la última en 1925. Convento y museo de las ursulinas. Fundado en 1639, este convento es el colegio femenino más antiguo del continente. Tiene una bonita capilla y el museo cuenta la historia de las religiosas ursulinas, la primera orden de monjas que llegó a Norteamérica. Cathedral of the Holy Trinity. Construida en 1804, esta elegante y magnífica catedral está inspirada en St Martin-in-the-Fields de Londres. Baja Ciudad Vieja. De visita obligada, en ella destaca la abarrotada y estrecha Rue du PetitChamplain, núcleo del barrio comercial más antiguo del subcontinente (excluyendo México). También su céntrica plaza, la Place Royale, cuyos cañones contuvieron en 1690 los ataques de la marina inglesa. Además, merece la visita la Église Notre-Dame-desVictoires, con obras de Rubens y Van Dyck. Battlefields Park. Ubicado fuera de las murallas, este inmenso parque está formado por colinas, jardines y monumentos. La parte más cercana al acantilado se conoce como las llanuras de Abraham, donde los británicos derrotaron a los franceses en 1759. Wenake. Es la reserva de los Huron-Wendat y fue establecida en 1673 en este lugar, a las afueras de Quebec. Aquí residen los miembros del pueblo Hurón, que han mezclado sus costumbres ancestrales con las occidentales. Muchos de ellos se dedican a la artesanía (bisutería, madera y pieles) que venden en las tiendas del pueblo. El pueblo conserva su antigua capilla-misión NotreDame-de-Lorette y casas de madera bastante antiguas. Todos los letreros de las calles están escritos en el lenguaje de los Wendat. Aquí se encuentra el Hotel-Museo de Las Primeras Naciones con una interesante colección de la riqueza cultural y las sabidurías de esta civilización. Se pueden conocer sus métodos de caza y armas, los medios de transporte, la fabricación de canoas... Un lugar donde comprobar que los indios de las regiones del este de América no usaban los clásicos “tee-pees” sino casas de madera y paja de hasta 60 metros de longitud, llamadas longhouses donde convivían varias familias.