Salida en vuelo con destino Varsovia. Llegada. Tiempo libre para disfrutar la ciudad. Alojamiento.
Bienvenido a la capital polaca, Varsovia. Se trata de una urbe con un fascinante centro histórico con edificios medievales reconstruidos después de la Segunda Guerra Mundial y callejuelas adoquinadas que enamora y seduce con gran facilidad. La plaza del Mercado con sus casitas burguesas y restaurantes exquisitos, la catedral de San Juan de Varsovia y el Castillo Real son algunos de los rincones más emblemáticos. Así que, ¿te animas con esta escapada a Varsovia? Ahora, con este viaje que te mostramos a continuación, tienes la magnífica oportunidad de conocer esta ciudad polaca a tu aire.
Salida en vuelo con destino Varsovia. Llegada. Tiempo libre para disfrutar la ciudad. Alojamiento.
Día libre para visitar la capital polaca. Acércate a la encantadora Ciudad Vieja o regálate un paseo por el la Ruta Real entre otras experiencias que la ciudad te ofrece.
Salida en vuelo de Regreso a España. Llegada.
Diarias
Vuelo de línea regular con la compañía aérea seleccionada.
Hoteles indicados en la categoría y régimen seleccionado.
Seguro de viaje y documentación electrónica.
Precio Estrella.
Polaco
PLN
+48
Polonia es un precioso paraíso aún por descubrir. En este hermoso país se puede disfrutar tanto de ciudades llenas de arte y encanto como de parajes naturales únicos. Polonia es naturaleza: 22 parques nacionales, 90 parques naturales y más de 1.000 reservas hacen de Polonia uno de los enclaves más puros y vírgenes de Europa. Se puede disfrutar de paisajes únicos, con especies de animales en libertad como los bisontes y el increíble espectáculo que ofrecen miles de aves surcando los cielos polacos, con enclaves únicos como el de la mina de sal de Wieliczka (aún en explotación) y sus galerías subterráneas que conducen a capillas excavadas en la sal con esculturas impresionantes. Limita al norte con el Mar Báltico, al noreste con Lituania y la región rusa de Kaliningrado, al oeste con Alemania, al este con Bielorrusia y Ucrania y al sur con la República Checa y Eslovaquia.
La moneda oficial polaca es el zloty. Las tarjetas de crédito más usuales se admiten en los principales hoteles, restaurantes, tiendas, agencias de viajes, gasolineras y en establecimientos en los que aparezca la pegatina de la tarjeta sobre las puertas o escaparates.
El clima de Polonia es principalmente templado, aunque las temperaturas varían dependiendo de la situación geográfica. En invierno las temperaturas son bajas y suele nevar profusamente. Durante los meses de enero y febrero -los más fríos- las temperaturas suelen descender por debajo de los cero centígrados, llegando en los inviernos más gélidos a los 30º bajo cero. En verano las temperaturas son cálidas con una media de 23º centígrados.
Polonia tiene una diferencia horaria de GMT +1 horas.
La corriente eléctrica en Polonia es de 220 V. a 50 Hz. No hace falta adaptador.
El idioma oficial de Polonia es el polaco. En algunas regiones del país existen dialectos derivados como los de la Gran Polonia, Pequeña Polonia, el mazoviano y el silesio, aunque las diferencias son muy pequeñas.
Polonia ofrece una rica variedad de objetos capaces de hacer las delicias de cualquier buen comprador. La artesanía polaca es muy apreciada por su esmerado trabajo, por su magnífica calidad y por sus bajos precios. La lista de artículos puede ser infinita, desde objetos de arte pasando por antigüedades, ropa, tejidos, joyas, cristal, artículos de piel hasta productos alimenticios y bebidas.
Si se viaja a Polonia en primavera o verano son necesarias las prendas ligeras de algodón, calzado cómodo y, sobre todo, un buen chubasquero. Si se viaja en otoño e invierno se necesitarán prendas de abrigo y calzado resistente. Si además se tiene la intención de practicar esquí se recomienda llevar equipo completo y no olvidar las gafas.
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La cultura polaca acusa referencias tanto de occidente como de oriente y se encuentra íntimamente ligada a la convulsa relación desarrollada a lo largo de su historia con las naciones vecinas. Dotada de un carácter único a medio camino entre los mundos latino y bizantino, teniendo una primera época de gran esplendor durante el siglo XVI, el siglo de oro polaco, seguida de un gran desarrollo durante los siglos XIX y XX, dando pie a unas modalidades artísticas caracterizadas por variedad y matices complejos. Música y Danza: No se puede hablar del arte polaco sin mencionar al célebre compositor Frederic Chopin, nacido en una antigua mansión de Zelazowa Wola en 1810 y fallecido en París en 1849. Su obra puede escucharse en los numerosos conciertos que se ofrecen en toda Polonia durante todo el año en los diferentes festivales y concursos.
La gastronomía polaca se basa en platos de preparación sencilla pero de sabores muy agradables. El clima frío del país favorece una cocina contundente en la que la carne y las patatas son ingredientes esenciales. Las comidas, abundantes y de más de tres platos, se disfrutan como acontecimientos sociales ó familiares en los que se aprovecha para charlar, por lo que la sobremesa con los cafés y licores suelen alargarse, sobre todo en los días festivos y las grandes celebraciones.
La República de Polonia es un país situado en la Europa Central a orillas del Mar Báltico. Comparte la frontera con: Alemania y República Checa por el oeste, Eslovaquia en el suroeste, Ucrania en el sureste, Bielorrusia en el este, y Lituania y Kaliningrado en el norte.
Capital: Warszawa (Varsovia)
Ciudades principales: Krakow (Cracovia), Poznan, Wroclaw, Gdansk, Lodz, Katowice.
Superficie: 312 683 km2.
Población: 38.6 millones.
Polonia cuenta con una buena red de vías férreas. La estación internacional de ferrocarril se encuentra en Varsovia, la Estación Central, situada en el centro de la ciudad. Existen coches de primera y segunda clase. Es conveniente reservar los billetes con antelación así como tener en cuenta que el viaje en primera es 50% más caro que en segunda y que los trenes expreso cobran un suplemento. Los taxis son muy numerosos tanto en el centro como en los alrededores de las ciudades y sus servicios se pueden solicitar por teléfono. Es conveniente utilizar solamente taxis legales, que se distinguen por llevar un número de teléfono muy visible en el vehículo.
Los polacos son un pueblo con fama de hospitalario. Durante toda su historia Polonia ha visto pasar por su territorio numerosos moradores que, en mayor o menor medida, han ido asentándose en él. Esta mezcla de culturas ha configurado el actual mosaico polaco confiriéndole una unidad sólida que ha sabido absorber las mejores características de cada etnia. La religión católica es vivida con gran devoción por la mayoría de la población polaca (aproximadamente el 95% de los polacos son católicos) Los polacos son asimismo un pueblo culto amante del arte, en especial de la música clásica. No en vano Polonia es la patria de Frederic Chopin. Los polacos son galantes, educados, expresivos y muy naturales. Cada cual se comporta como es y las risas suelen resonar con frecuencia en las calles polacas. Son también gente divertida, amantes de las fiestas, las bromas y los bailes, por lo que sus fiestas resultan especialmente coloristas y agradables para los visitantes.
Las principales festividades son: 1 enero Año Nuevo;6 enero Día de los Reyes Magos;1 mayo Día del Trabajo;3 mayo Día de la Constitución;15 agosto Asunción de la Virgen;1 noviembre Todos los Santos;1 noviembre Todos los Santos;11 noviembre Día de la Independencia;25, 26 diciembre Navidades; Pascua y Corpus Christi fechas móviles.
Los inicios del estado polaco estuvieron vinculados con la toma del poder por la dinastía de los Piast, hace más de 1000 años, cuando Mieszko I (Micislao I) fue elegido el primer gobernante en la historia. El siglo de oro en la historia de Polonia cayó cuando reinaba la dinastía de los Jaguelones en el siglo XVI. Tras la renovación de la unión con Lituania, Polonia llegó a ser el país más rico y próspero de Europa, el 3 de mayo de 1791 se promulgó la primera constitución escrita en la historia de Europa, que transformaba la República en monarquía heredera. Desgraciadamente la tercera repartición de Polonia, en la cual participaron Austria, Rusia y Prusia, decidió la liquidación del Estado polaco. La reconstrucción del país tuvo lugar en 1918 después del final de la I guerra mundial, cuando Jozef Pilsudski tomó el poder militar y civil, sin embargo no duró mucho tiempo, el estallido de la II guerra mundial iniciado por el ejército alemán en 1939 privó a Polonia de las ilusiones de independencia. Completamente destruida y olvidada llegó a ser un territorio sujeto políticamente a la Unión Soviética encabezado por un gobierno comunista. Gracias a la fuerza de los movimientos independentistas y la creación del Sindicato “Solidarnosc”, que luchaba contra las ideas comunistas, Polonia consiguió recuperar la libertad. La designación del gobierno democrático de Tadeusz Mazowiecki y la realización de las primeras elecciones presidenciales libres en el año 1989 dió comienzo a la creación de la III República. En el año 1999 Polonia accedió a la OTAN, y en el año 2004 se convirtió en un miembro de la Unión Europea.