Ammán, una capital de ritmo frenético con sus mezquitas, zocos y colorida Rainbow Street. Restos arqueológicos romanos, escenarios de la Biblia y desiertos por descubrir. No puedes perderte una de las 7 Maravillas del Mundo, ni los fondos coralinos del Mar Rojo.
Tierra de Nabateos, Jordania es de esos países que tiene un gran atractivo para quienes les gusta viajar y descubrir rincones cuyo encanto no te podías imaginar...Ammán, Madaba, el Monte Nebo, La ciudad de Petra... y para terminar descansar en las paradisiacas playas de las Islas Maldivas.
Te presentamos un circuito organizado en Jordania en el que descubrirás auténticas obras maestras en forma de templos y monumentos esculpidos en roca, castillos, fortalezas y ruinas arqueológicas. Y es que con este viaje a Jordania conocerás el castillo de Ajlun, Jerash, Madaba, Ammán y Petra. Además, también explorarás el desierto de Wadi Rum y disfrutarás de una sensacional estancia en Aqaba, una encantadora ciudad a orillas del mar Rojo que atesora preciosas playas de arena rojiza.
Wadi Rum, o Uadi Rum, es un desierto situado al sur de Jordania, en una zona protegida. Se le conoce también como el Desierto Rojo, ya que cuenta con altas montañas de arenisca y arcos naturales. Además, debido a los beduinos que habitaron esta región durante siglos, se conservan inscripciones en las cavernas y los cañones. Lawrence de Arabia cruzó este desierto, y por eso hay un manantial con su nombre, puesto que parece que se lavó allí.
Capital de los Nabateos. Una majestuosa ciudad de piedra rosada que está considerada una de las maravillas del mundo. Se levanta entre el Mar Muerto y el Golfo de Aqaba en el estrecho desfiladero del Siq. Este largo cañón mide algo más de un kilómetro de largo y protege la ciudad con impresionantes barrancos de unos 100 m de altura. El acceso a Petra se realiza desde Amman por el Camino de los Reyes ó a través del camino del Desierto.
Amman, una de las ciudades más antiguas del mundo, fue construida sobre siete colinas denominadas jabal, con un manto de edificios blancos, beiges y ocres que le confieren un aspecto cromático peculiar. Es debido a las piedras autóctonas usadas en la construcción y por ello se la conoce como La Ciudad Blanca. Conocida en tiempos de la Biblia como Rabbath Ammon, durante el reinado de Ptolemy Philadelphus 283-246 a.C. la ciudad fue reconstruida y llamada Filadelfia. Cuando la conquistó el Rey Herodes en 30 a.C. pasó a formar parte del Imperio Romano, llegando a ser considerada un miembro de la Decápolis al ser incluida entre las diez principales ciudades grecorromanas en la zona oriental del imperio en el s. I a.C. En el s. IV, tras la conversión del emperador Constantino al cristianismo, se convirtió en sede episcopal. Posteriormente florecería bajo el mandato de las dinastías Omeya y Abbasi. En 1921 Abdullah I la nombró sede del emirato de Transjordania y posteriormente fue ratificada capital del Reino Hachemita de Jordania. Amman es en la actualidad un activo centro comercial y administrativo que cuenta con magníficos hoteles, clubes nocturnos y discotecas, además de una amplia variedad de restaurantes.
Esta antigua ciudad romana fue una de las diez grandes del Imperio, perteneciente a la Decápolis. Actualmente, se considera una de las ciudades romanas mejor conservadas del mundo en la que destacan el arco del triunfo, la puerta Sur, el hipódromo, el templo de Zeus, el foro y el Cardo Maximus. Esta pequeña provincia del norte de Jordania vivió su época de esplendor en el S. I a.C. cuando bajo dominio romano.