En Italia se puede comprar cualquier artículo con el que se haya soñado, pero sea cual sea el producto lo que se va a adquirir mantiene una excelente calidad. Si lo que se busca son objetos religiosos en Roma se pueden encontrar gran variedad de éstos, cualquier estampa. En Italia han nacido muchas de las fragancias que perfuman a hombres y mujeres de todo el mundo. Los instrumentos musicales tienen en Italia un buen productor. Son conocidos, sobre todo, los acordeones de Castelfidardo, Stradella y Vercelli y los magníficos violines de Cremona, cuya calidad les ha otorgado merecida fama en el resto del mundo.
Para adquirir tejidos y alfombras las islas son ideales Sicilia, Cerdeña y las Abruzzi. En Venecia, más concretamente en Murano, se puede adquirir excelente vidrio y no se pueden dejar de comprar alguna de las máscaras que tan famosas han hecho a su Carnaval.
Si se prefiere cerámica, lo más adecuado es ir a Asís, Vietri, Calabria o Sicilia, donde se ofrecen preciosidades con un acabado perfecto y unos precios no excesivamente caros.
La orfebrería tiene su punto central en Toscana y los trabajos en plata en el Veneto.
Para terminar, y como no podía ser de otra forma, en Italia se pueden adquirir además de todos los artículos ya mencionados los no menos deliciosos productos alimenticios, maravillosa pasta de diversas clases con la que se tendrá que tener en cuenta la fecha de caducidad, deliciosos chocolates, fiambres únicos por su sabor, especias típicas mediterráneas, vino de gran calidad, aceite puro de oliva y helados de increíbles sabores, toda una delicia. Eso sí, estos últimos se tendrán que disfrutar en el momento ya que no soportarían un viaje de regreso.