DESCUBRIENDO RINCONES INCREÍBLES
Cuenta la leyenda que las dunas son el castigo divino al pueblo de Merzouga, que rechazaron dar asilo a una mujer que llegó con sus hijos y que murieron poco después. Al parecer, todavía se pueden escuchar los gritos de los habitantes por la tormenta de arena. Con una tonalidad anaranjada, el color de la arena de va transformando a medida que avanzan las horas del día. Cuando llega la noche, los colores de la puesta de sol se cambian por el brillo de las estrellas, y es que aquí, en medio del desierto y lejos de la contaminación, brillan más que en cualquier otro lugar. Aunque se pueden recorrer a pie, la mejor forma de disfrutar de las dunas es con un vehículo todoterreno o un 4x4.