DESCUBRIENDO RINCONES INCREÍBLES
Uno de los monumentos más importantes de Friburgo es la catedral (Münster) que fue construida parcialmente en el siglo XII y finalizada en el siglo XIV, y conserva los vitrales originales de la Edad Media. El visitante se queda asombrado frente a la torre gótica, “la más bella del cristianismo”, tal como la describió el historiador escritor Burckhardt. En el casco viejo se encuentra también el nuevo ayuntamiento que se usó durante muchos años como edificio administrativo y claustro de la Universidad (fundada en 1457). En la plaza llena de encanto que se encuentra enfrente del Ayuntamiento podrás disfrutar del ambiente histórico de Friburgo. Los almacenes de la Plaza de la Catedral se construyeron en el siglo XVI. Ese monumento destaca por el color rojizo y representa el estilo gótico alemán. Sin embargo, la Plaza de la Catedral se lleva la gran parte de la atención por su mercado matinal, donde se ofrecen productos deliciosos de la región. Una de las zonas más bonitas y vivas de Friburgo. Los curiosos canales de poca profundidad, Bächle, fueron pensados para proveer agua para usos distintos y también como desagües. Hoy en día representan un detalle excepcional de la ciudad y sirven para la diversión de niños y adultos. Se dice que cualquiera que entre en un riachuelo de Friburgo, volverá a la ciudad. En ln la calle Franziskanergasse encontrará La Casa de la Ballena (Haus zum Walfisch) con su impresionante puerta gótica, donde en su tiempo vivió el humanista Erasmo de Róterdam. Al mirador de Friburgo se puede subir en el funicular o por uno de los caminos desde la ciudad.El premio al final serán las vistas preciosas de la ciudad, tanto como el parque con miles de rincones para pasear, sacar fotos o contemplar paisajes panorámicos de los alrededores.