Viajes a Reykjavik

El vikingo Ingólfur la descubrió cuando llegó a su costa navegando desde Noruega y la bautizó como Reykjavik que significa “bahía humeante”. Los primeros pobladores le dieron este nombre por las fumarolas que brotaban de la tierra y que anunciaban la gran agitación volcánica de esta zona. En la actualidad la actividad volcánica se aprovecha para la producción de energía geotérmica, por eso Reykjavik recibe el reconocimiento de “la capital más limpia del mundo”. En el centro de Reykjavik verás que se alza una escultura que recuerda a un barco vikingo dedicado a Leifur Eriksson, hijo del famoso vikingo Erik el Rojo. Este vikingo, llamado también Leifur el Afortunado, fue quien llegó a América en el año 1000, casi 500 años antes que Colón y se instaló en la península de Labrador, hoy Canadá. En el centro de Reykjavik hay un lago llamado Tjörnin con muchos cisnes, patos, gansos y gaviotas. Sobre el lago está el Ayuntamiento de la ciudad y dentro encontrarás un magnífico mapa en relieve de Islandia. El edificio que verás en casi todas las postales de Reykjavik es la catedral Hallgrímskirkja. En un día claro la mejor imagen de Reykjavik se contempla desde lo alto de su campanario a donde se puede subir en ascensor. La plaza Austurvöllur es uno de los centros de la vida social y callejera de Reykjavik. Avistamiento de Ballenas: Será una inolvidable aventura. Saliendo desde el puerto viejo de Reykjavik iniciarás una navegación en barco donde tendrás la oportunidad de avistar ballenas en su hábitat natural. Un experto guía nos explicará información sobre estos animales mamíferos. Las ballenas más vistas en Islandia son las ballenas minke, los delfines de hocico blanco, la marsopa común y la ballena jorobada. También podremos ver las colonias de aves marinas, conocidas como frailecillos. Este pájaro tan vistoso es sin duda el más típico y querido de Islandia.